LEY CONTRA EL RUIDO FUE APROBADA EN ÚLTIMO DEBATE EN EL CONGRESO

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Este martes 10 de diciembre fue aprobada, en su cuarto y último debate, la ‘Ley contra el ruido’, un proyecto impulsado por el representante a la Cámara por Antioquia, Daniel Carvalho.

La plenaria del Senado votó mayoritariamente por este proyecto de ley que cuenta con 25 artículos y cuyo objetivo es establecer una política pública con la cual las autoridades regionales y nacionales, más allá de la Policía, tengan herramientas para controlar el ruido emitido desde sitios privados. La iniciativa también incluye un capítulo de estrategias pedagógicas y culturales dirigidas a la ciudadanía.

“Tomamos toda la normativa ya existente alrededor del ruido y la reorganizamos porque estaba dispersa y bastante confusa. También aclaramos las responsabilidades de las autoridades y una ruta de atención al ciudadano”, dijo Carvalho, tras la aprobación de la nueva ley.

El representante explicó que, en los próximos 18 meses, los municipios de 100.000 o más habitantes tendrán que dotarse de un plan de gestión contra el ruido. Esto quiere decir que cada entidad territorial hará un diagnóstico para abordar el problema “en función de lo que considere ruido, que varía según las culturas”. Carvalho pone por ejemplo el caso de Medellín, donde, según dice, se está creando un escuadrón en contra del ruido, incentivado por esta ley.

Por su parte, el Ministerio del Medio Ambiente deberá escribir, durante el próximo año, una Política Pública Nacional de Calidad Acústica, que después se implementará en los diferentes territorios del país. La ley, además, determina las sanciones que se aplicarán para quienes sobrepasen los niveles de ruido permitidos, así cómo las entidades encargas de aplicar la nueva normativa. “Esto le da más facultades a la policía para poder multar a esos ciudadanos”, mencionó el congresista.

Ante la pregunta de si esto podría afectar cualquier tipo de festival que se realice en los municipios, Carvalho responde: “Estoy convencido de que podemos tener fiesta, podemos tener carnaval, pero también podemos tener espacios de descanso. Eso es perfectamente compatible”.

“No hay ningún problema si una vecindad quiere hacer una fiesta”, agregó. “El problema es que un solo vecino saque un parlante y dañe la calma de todo un barrio. Es muy diferente una fiesta colectiva, concertada, de una comunidad, a dos personas en una esquina con un parlante sin dejar dormir a la gente”

Cortesía: Espectador

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