En medio de la creciente
tensión política tras la dura carta del expresidente César Gaviria contra el
gobierno de Gustavo Petro, el excanciller Luis Gilberto Murillo rompió el
silencio, y respondió con un pronunciamiento que deja ver una faceta política más
firme y directa.
Murillo cuestionó el tono y el
contenido de la misiva de Gaviria, en la que este advirtió que “desconocería la
autoridad del presidente Petro” si persiste en su intención de impulsar una
consulta popular. Para el excanciller colombiano, ese tipo de afirmaciones no
solo “trasciende los límites de la crítica política legítima, sino que roza la
incitación a la desobediencia institucional”.
El exjefe de la diplomacia
colombiana, quien también fue embajador en Washington, se desmarcó de cualquier
intento de polarización extrema y defendió el uso de la consulta popular como
un mecanismo legítimo previsto en la Constitución. “Calificar de «autoritarismo»
el uso de la consulta popular —un mecanismo expresamente previsto en la
Constitución— es, cuanto menos, una contradicción. Consultar al pueblo no
debilita la democracia; por el contrario, la robustece”, afirmó, al tiempo que
recordó que figuras similares existen en democracias consolidadas como la
estadounidense.
Murillo hizo un llamado a proteger la democracia participativa sin estigmatizar el debate. «Nadie debe ser condenado por querer consultar al pueblo. El debate debe centrarse en las ideas, en las propuestas, en el contenido de las reformas, pero nunca en silenciar la voz de la ciudadanía”, subrayó.