Por Yesid Francisco Perea
Mosquera
Pasado el tema de las
elecciones presidenciales y ya elegido GUSTAVO PETRO como presidente, se han
venido reiterando sus ofrecimientos de campaña, uno de los cuales se refiere a
los diálogos regionales; pero el nuevo gobierno, del cual hace parte también
FRANCIA MÁRQUEZ, no ha dado luces respecto de cómo serán esos diálogos, quienes
los liderará en las regiones, etc.. Pero está claro que esas dinámicas serán
explicadas oportunamente por el Alto Comisionado recientemente designado, para
proceder de conformidad como lo disponga el nuevo gobierno.
Los diálogos son importantes,
no solo por lo que pueden generar en sí mismo, sino, además, por cuanto, cada
región, cada zona del país tiene sus propios problemas; no es lo mismo la
situación de algunos municipios del Cauca o de Nariño, con lo que acontece en
el Catatumbo por ejemplo, y estas diferencias dan pie para tratar las distintas
problemáticas de forma diversa. Nótese que en nuestro departamento existe una
clara dificultad con asuntos de minería, por la degradación del suelo y el
subsuelo, en el entendido que la minería tradicional ya no es precisamente la
que prima en el Chocó; ella ha sido reemplazada por la minería mecanizada, al
utilizar las retroexcavadoras para sacar los metales de lugares a donde, con
minería tradicional, nunca se hubiera podido llegar. Ese es un tema de
primerísimo interés para conversar, para dialogarlo, entre otras cosas, por
cuanto esa minería con maquinaria pesada la ejercen personas de otros
departamentos, con las excepciones del caso, pero en su gran mayoría son
foráneos, y fueron estos quienes introdujeron esta forma de explotación minera
en nuestro departamento.
Al respecto es muy importante
buscar, a través del diálogo, cuál sería la forma responsable de la explotación
minera, cómo mitigar de manera acertada los efectos producidos por ella;
comprometerse con la reforestación de las zonas trabajadas y acceder a
tecnologías existentes para la actividad minera, de forma tal que su ejercicio
sea acorde con las disposiciones estatales, permitiéndole a los entes
territoriales donde se ejerce dicha actividad, percibir recursos por regalías,
sin que se vean situaciones como las de hoy día, en las cuales, como el minero
es foráneo, reporta el mineral extraído como si perteneciera a otro
departamento u otro municipio, quedándole a aquel en donde realmente se ha
trabajado la tierra, solo la destrucción de su territorio, con las consabidas
contaminaciones producto del uso del mercurio y quien sabe qué otros químicos,
sin dejar de lado el fenómeno de la violencia importada, pues normalmente la
minería del mazamorreo, la tradicional, se ejerció en medio de la tranquilidad
propia de nuestros pueblos. Hoy, en donde existe un entable minero,
generalmente está presente la violencia, las personas armadas; el diálogo
podría permitirnos salidas a la situación de la minería en nuestro caso,
porque, terminarla, arrasar con ella por medio de la fuerza pública no ha dado
resultado positivo, pues destruyen cinco máquinas y aparecen diez, no
entendiéndose cómo ingresan al departamento sin los controles del caso por
parte de las autoridades, incluyendo las ambientales; y la idea de la
destrucción masiva tampoco es lo más indicado porque de esa forma se golpea en
mayor proporción, es al minero raso, al barequero, a estas personas que solo
saben trabajar la minería extractiva artesanal, porque el dueño del entable
recupera sus máquinas en el entendido que económicamente es fuerte, pero
nuestra gente, la de abajo es la más perjudicada.
El otro aspecto, de suma
importancia, hace alusión a los diálogos con las organizaciones armadas, esas
que han demostrado tener la capacidad suficiente como para acabar con la paz y
la tranquilidad del pueblo chocoano; hablar con la insurgencia y con los grupos
asentados en los pueblos y veredas, se hace necesario y urgente. Importante es
el cumplimiento de lo que llegare a acordarse por las partes intervinientes; y
para iniciar a dialogar, ojalá más rápido que tarde, se debe pactar un cese al
fuego de manera urgente. Duelen las muertes de colombianos a mano de
colombianos.