Por Roberto Luis Mosquera Rivas
Ella es Deyssi Fraysuri Murillo Mosquera, ustedes pensarán
que es una estudiante cualquiera, pero no; Fraysuri es una estudiante quien,
como muchas otras afrodescendientes de población vulnerable, vivió en carne
propia los vejámenes de la violencia y la desigualdad. Las tempestades de la
violencia y la discriminación racial visitaron su vida desde temprana edad, pues
a los 4 años su humilde hogar en Antioquia fue destruido por los violentos lo
que obligó a su familia a dejar todo tirado y ubicarse en un lugar remoto de
Medellín; su numerosa familia por obra de "José y María" sólo
ingerían alimentos una vez al día, pese a esta situación, pudo ir a la escuela
Bello Oriente en un recorrido que hacía desde su rancho hasta la institución
caminando 4,5 kilómetros diarios.
Vale la pena anotar que, al llegar a la escuela, un ambiente
hostil la esperaba: la discriminación racial por el color de su piel, el
bullying y la burla eran el pan diario de sus compañeros de aula; con todo y
eso pudo terminar su primaria.
Nada podía ser más trágico para Fraisury, pues la
desnutrición acumulada y una fuerte anemia le pasaron factura de cobro y casi
le cuesta la vida, lo que le impidió seguir sus estudios de bachillerato.
Pasado un tiempo, más o menos dos años y medio, su humilde
hogar se llenó de la grata noticia de que su madre había sido beneficiaria de
una casa en un programa de vivienda estatal.
Como ustedes podrán entender la vida del desplazamiento en
un país tan inequitativo como el nuestro es demasiado difícil, lo que obligó a
Fraisury a trasladarse a Quibdó, en donde uno de sus tantos hermanos le tendió
la mano.
Cuando Fraysuri llegó a solicitar un cupo a la institución
educativa José del Carmen Cuesta, había en ella una tristeza muy profunda y
también mucha desconfianza en quienes la rodeaban. El equipo de psicorientación
de la Institución y mis compañeros de trabajo pronto empezaron a trabajar en
ella lo que nosotros denominamos LA PEDAGOGÍA DEL AMOR, que consiste
básicamente en resaltar las habilidades, actitudes y capacidades de los
estudiantes a través de una fuerte dosis de afecto y de liderazgo para que
sirvan de referente a otros jóvenes de su entorno.
Dentro de la extensa familia de Fraysuri, ella es la única
que ha logrado culminar el bachillerato.
Por esa razón cuando se recibieron los resultados Icfes y
vimos esos 314 puntos que ella obtuvo, hubo entre mis colegas muchas lágrimas
de emoción, pues ella es muestra del poder de la persistencia y el esfuerzo
constante.
Desde luego pasada la emoción le pregunté sobre sus sueños y
metas a seguir, a lo que me respondió: "profe Tiko: yo quiero estudiar
matemáticas o algo que tenga que ver con las matemáticas, pues usted bien sabe
que mi vida ha sido sólo problemas… (risas)"
Ella agradece las sabias orientaciones de:
Marcos Pérez, Jennifer Sánchez y Mirna Cortés (coordinador y
Psico orientadoras)
Los profes:
Benicio Cuesta, Nora Romaña, Visitación Arango, Sidney
Becerra, Alexandra Valencia, Arturo Palacios, Jesson Castro, Digxon Londoño,
Yair Romaña, Miriam Cuesta; Amparo Mosquera, Franklin Blandón, Marvis Lagarejo,
Emiro Maturana, y Roberto "Tiko"