Las 17 escuelas y colegios que
venía administrando Antioquia en Belén de Bajirá, Nuevo Oriente, Macondo y Blanquicet
y que fueron devueltas al Chocó hace pocas semanas están en ruinas, con los
techos destruidos, sin puertas, con pupitres corroídos por el óxido y los
salones llenos de charcos y maleza.
El 14 de diciembre de 2016 el
Congreso de la República ratificó que en la zona no existe límite dudoso y que,
por lo tanto, siempre ha pertenecido al Chocó. Como consecuencia de esta
refrendación tanto el territorio como los servicios públicos han venido retornando
a la jurisdicción chocoana.
Los establecimientos
educativos que estaban siendo usurpados por el departamento de Antioquia y los
municipios de Mutatá y Turbo han sido devueltos al Chocó, en cabeza del
municipio de Riosucio.
Pero lo que se ha recibido son
escombros. El alcalde de Riosucio, Conrad Valoyes Mendoza, ha informado que la
reconstrucción de estas diecisiete instituciones educativas requiere
inversiones superiores a los dos mil millones de pesos.
“Las aulas están deterioradas,
y uno no sabe en qué momento se pueda caer”, aseguró Diana Carolina Mestre, de
la Junta de Acción Comunal de Nuevo Oriente.
En la escuela de Blanquicet
hay solo un inodoro sin cisterna para 700 estudiantes y en Nuevo Oriente no
tienen puertas, según las denuncias hechas por el Comité de Defensa de Belén de
Bajirá.
“Estamos padeciendo una unidad
sanitaria, no tenemos en este momento. Tampoco contamos con un restaurante
escolar adecuado”, José Dolores Trujillo, habitante de Blanquicet.
“No hay cómo se laven las
manos, no hay cómo hacer el procedimiento que ordena o exige la ley para
podernos nosotros salvar de esta pandemia”, expresó el líder cívico Leopoldino
Perea.
Los habitantes del sector
aseguraron que hasta el internet se lo llevaron.
“Están desolados, no tienen
nada, encontramos un caballo en los salones. Imagínese la magnitud de lo que
hay allí”, expresó el *alcalde Valoyes Mendoza*