Después de 10 meses de estadía en el Parque Nacional de Bogotá, alrededor de 500 indígenas agrupados en más de 280 familias iniciaron el proceso de retorno a sus territorios ubicados en el alto Andágueda en Chocó y Risaralda.
Desde la Unidad de Victima se
indicó que éste proceso de retorno que se hizo en un solo día este 8 de
septiembre Involucra a un primer grupo de 58 familias que retornan a
diversas localidades en Pueblo Rico, como Chiifa, dónde se quedan 12 grupos
familiares, y Dokabú, hasta donde llegan 19 hogares. En Paparidó se quedan 3
familias más, y en Santa Marta 6 familias, entre otras localidades.
Un segundo grupo, conformado
por 146 familias, se dirigirá principalmente a Cascajero, donde se
quedarán 83 familias. Otras serán distribuidas en localidades como Irakal,
Pescadito, Río Colorado, Pasaguedá, Conondo, y Alto Moindó, entre otros
destinos.
Un tercer grupo de 58 familias llegarán a territorios como Oscordó, Las Torres y Arenales.
Paralelamente a este traslado se ha conocido sobre el riesgo en el que viven muchos de los niños de la comunidad Embera que están en el Parque Nacional en el centro de la capital colombiana.“Se ha sabido que, desde
junio, la Fiscalía ha iniciado procesos por explotación sexual de menores
ahí en el Parque Nacional”.
Se ha indicado que el
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), “no ha publicado nada en sus
redes sociales, fallándole de nuevo a la primera infancia”.