José E. Mosquera
Las Regiones de Planeación
Administrativas (RAP) son el desarrollo de los artículos 306 y 307 de la
Constitución Política. Desarrollo que se materializó con la expedición de la
ley 1962 de 2019. Norma que contiene los parámetros de las alianzas para
impulsar proyectos de desarrollo regionales entre los departamentos. Se basan
en las voluntades administrativas y políticas entre los gobernantes de los
departamentos y serán las voluntades políticas que permitirán que en un futuro
las RAP se puedan convertir en entidades administrativas territoriales RET. Es
claro que hasta ahora ningún departamento pierde su estructura administrativa y
su autonomía territorial.
Son varios los antecedentes de
los planes regionales de desarrollo entre departamentos que ha participado el
Chocó: el Plan Darién de la OEA, Plan de Desarrollo Integral del Pacífico
(Plaidecop), el Corpes de Occidente, Chocó Biogeográfico, el Proyecto
Biopacífico, el Plan del Gran Darién y el Plan Pacífico.
En ninguno de los casos los
departamentos participantes han perdido su autonomía y se han modificado sus
fronteras. Hasta ahora se han conformado siete RAP en el país, interesante
analizar la naturaleza y los objetivos de cada una de ellas para tener un
panorama nacional más amplio y claro sobre las mismas.
El Chocó pertenece a dos RAP,
a la del Pacífico con Valle, Cauca y Nariño y la de los dos mares con Antioquia.
De hecho, han surgido muchas críticas contra la RAP con Antioquia por la falta
de socialización de sus alcances por parte de la gobernación del Chocó.
Críticas sustentadas en muchos antecedentes en las relaciones entre los dos
departamentos, pero especialmente los relacionados con el litigio de límites de
Belén de Bajirá. Obviamente que también por la manera arrogante y la aureola de
“superioridad” cómo el gobierno de Antioquia de Luis Pérez Gutiérrez, afrontó
el diferendo.
Más allá de dichos episodios
nefastos como deben ser las relaciones de vecindad entre dos departamentos
fronterizos, lo que se observa en este debate sobre esta RAP son argumentos en
la mayoría de los casos superficiales, sustentados en imaginarios para
exacerbar sentimientos regionalistas con fines electorales mediáticos, pero en
el fondo carentes de estudios reposados, rigurosos y profundos.
De plano en muchos argumentos
se evidencian demasiadas desinformaciones y mucho parroquialismo sobre la
envergadura de una alianza clave e importante para impulsar obras desarrollo.
Obras vitales dentro del contexto de nueva ruta de la seda de China en el
Pacífico americano y el Gran Caribe. Comparto algunas de las críticas contra la
RAP de los dos mares por la falta de socialización en la comunidad chocoana por
parte de los funcionarios de la gobernación del Chocó.
Otras críticas solo tienen
fines de manipulaciones de los sentimientos regionalistas con metas
electorales, algunas se formulan sin acervos de propuestas desarrollo concretas
para sacar al departamento del atraso. La gran mayoría solo las hacen pensando
en los cálculos electorales de las próximas elecciones. De paso en sus
estrategias del pereque opinan más con cálculos políticos con las miras puestas
en los mercados electorales que, en análisis profundos y bien documentados
sobre cada uno de los proyectos que se impulsan en dicha alianza.
Es evidente que esa clase de
críticos no se han detenido a examinar que los departamentos vecinos del Chocó,
tienen una visión geopolítica construida desde hace decenios. Antioquia y
Risaralda tienen visiones geopolíticas bien estructuradas desde hace decenios
para de salir a los mercados del Pacífico por el Chocó.